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«El Mundial es lo que todo deportista sueña. Los objetivos siempre son formar parte de la Selección Argentina y llegar a un evento internacional de esta magnitud. No hay nada más grande que eso a lo que uno puede aspirar», señaló en diálogo con El Diario Sur, expectante por la posibilidad que tiene a disposición a los 39 años.
«Mi idea es prepararme lo mejor posible y después los resultados se dan o no. Pero voy a todos los entrenamientos sin falta, hago la preparación física que corresponde según el objetivo y me enfoco mentalmente. En eso tengo la tranquilidad que estoy dando todo lo que tengo y después los resultados vendrán», señaló.
Rifas para poder viajar
Sobre los emprendimientos que desarrolla, la mujer puntualizó en diversas rifas, dada la magnitud de los costos para concretar la excursión a Europa, con la inscripción correspondiente, que incluye, entre traslado, vestimenta y el hospedaje de los competidores, alrededor de 3600 dólares. «Son todas cosas que se van sumando y hay que ir cubriéndolas antes de julio», comentó.
Y por eso indicó que se fueron haciendo remeras alusivas al certamen con la inscripción del grupo al que pertenece, el Team Armoa, más otras opciones como vouchers de la comercializadora Morres, que es la empresa para la cual trabaja. que brindó órdenes de compra a sortear en las próximas semanas.
En el medio de toda esa labor, avanza su preparación en el terreno, siendo un escenario vital el Club 11 de Agosto, donde realiza los entrenamientos intensos de la disciplina.
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«Competir en un Mundial a los 39 años es muy loco porque yo arranqué en taekwondo a los 18. Pero dejé al año y medio, cuando había llegado hasta la categoría punta verde y dejé por cuestiones de trabajo, más la facultad y demás. Y retomé hace pocos años», analizó.
Sobre esa cuestión, recalcó cómo se dio ese regreso. «Había empezado mi hijo, que estaba buscando un deporte para hacer, y justo en el Club 11 de Agosto pusieron un cartel que había taekwondo. Lo llevé para probar y estuvo un tiempo. En la pandemia, ya trabajando desde casa, me sumé a las clases. El terminó dejando y yo desde fines de 2021 arranqué y no paré», sentenció, en torno a la institución que conocía de toda la vida porque era donde iba a ver al hermano a jugar al fútbol.
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Y añadió: «Mi idea era divertirme, hacer algo que me gusta y después mi instructor me dijo que estaba en condiciones de rendir. Fui a un torneo en el Parque de Lomas, gané el torneo y entonces me fui sumando con entusiasmo. Así fue como casi todos los meses o rendía o competía entre 2021 y 2024».
Un crecimiento notable
Ya el año pasado, las expectativas fueron totales. Y lo detalló así: «Hubo un curso internacional en Setia, en Ezeiza, y en ese momento anunciaron el Mundial en Barcelona. En ese momento era cinturón rojo punta negra y a las semanas mi instructor me dijo ‘vamos’. Tenía confianza en que me podía llegar a preparar, que tenía posibilidades y le íbamos a meter para delante», comentó la atleta.
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Así fue como se clasificó a los selectivos, entre ellos los afrontados en Rosario, Mar del Plata y el propio Parque de Lomas, y en estos últimos dos, entre febrero y abril, quedó en los primeros puestos tanto en formas como en combate. Eso fue lo que derivó en el acceso a la cita en España.
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«La realidad es que no pensé nunca en ir por un campeonato del mundo, pero se fueron dando las cosas y es lo que trato de transmitir a mis hijos: vos hacés algo que te gusta y hay que hacerlo al ciento por ciento. Y eso es lo que aplicó en el deporte y en la vida», completó.
Justamente, sobre sus hijos, puntualizó: «Ellos son los que tienen más paciencia y me acompañan. Yo trabajo todo el día y después me voy al gimnasio, o a taekwondo, o tengo que estudiar. Y ellos están. Son lo más y me da mucha fuerza». Y cerró: «El taekwondo parece un deporte individual pero necesitás alguien que te guíe, compañeros para entrenar y una familia que te apoye».
